viernes, 15 de febrero de 2019

mantra



Reaprender a levantarme de la cama. Abrir los párpados lentamente, como el ascenso del sol: celebrar que se ha hecho la luz. Estirarme, no separarme tan pronto de mi calor corporal, todavía flotando entre las sábanas. Reaprender a cepillarme los dientes: los dientes de arriba se cepillan hacia abajo,  los dientes de abajo se cepillan hacia arriba. Agradecer que puedo bañarme y que también debo reaprender a hacerlo. Meter mi cuerpo bajo el agua y sentirlo cada vez como un bautismo. La delicia de tener la piel limpia. La delicia de tener piel. También reaprender a comer: meditar en el viaje de la semilla que evoluciona hasta grano de café, pulpa de mango, tomate, cabra. Comer y saber que mi vida persiste porque algo muere, saberlo sin culpa, y hacer los honores que la muerte demanda. Reaprender a usar el cuerpo, sus movimientos, ocupar realmente su espacio, ocupar sin violencia. Retomar el perdón y el amor como causa de vida. Mirar hacia arriba y nuevamente agradecer que, una vez más, se ha hecho la luz.

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