jueves, 7 de marzo de 2019

Poema no es


Ahora que podemos comer, que las frutas relucientes del mercado están al alcance y abruma tanta especia tanto cereal tanta verdura junta. 

Ahora que decir noche no es decir violencia y nadie trepa a hurtadillas el techo de la casa, y comprobamos con alivio que el motorizado sólo iba de paso; que hay una camilla para cada muerto, sopa transparente en los hospitales, plazas donde los niños y los perros juegan a la entresombra de un árbol,  inocentes. 

Ahora que gradualmente nos alejamos de la pobreza, y tememos más hablar del hambre que padecerla otra vez ¿nos alejaremos también del asombro que, sin ser solicitado, nos hizo sentir vivos en la desesperación? ¿quiénes somos hoy, sin nuestra pobreza? ¿seguirá teniendo enigma el agua del agua de café, servido en minúscula taza; la comida hecha a leña bajo la luna, la lluvia como método y terapia de baño? ¿celebraremos como antes, con tanta fuerza tanto dolor tanta sensación de epifanía, las diminutas plenitudes? Ahora, lejos, que nos toca vivir algo semejante a la paz, a nosotros, los privilegiados, no sabemos qué hacer con esa paz, no sabemos dónde ponerla; de la misma manera que a veces no reconocemos una calle que, irónicamente, es la más cercana al corazón. 

Y si la hemos disfrutado a esta paz sin tapujo, un martillazo nos mete en vereda: la casa original sigue ardiendo. Seguirá ardiendo. 

¿Regresaremos a barrer ceniza? 

 Alguien tiene que limpiar, dijo Wisława...

¡SEÑORES!

LA CRISIS de no ceder el jardín a la crisis, la crisis de jamás negar un vaso de agua, teniendo sed; la crisis de mantener la compostura deja un cansancio... ¿cómo se explica? esto nos está pasando a todos, pero alguien tiene que limpiar
y en silencio, preferiblemente
sin agitar más polvo
esperando que la luz retorne
mientras la burla y el asco se asientan en la memoria de nuestros muertos.

Alguien tiene que hacerlo en paz,
sin quejarse ¿Será?

¿Será la paz un anillo turbio, la alianza que ofrenda la muerte?

¿Y ésto qué es?
          
            ¿Un poema, una plegaria,
algo parecido a la resignación?

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